A mi perro le ha picado una medusa.

A mi perro le ha picado una medusa.

A mi perro le ha picado una medusa.

A mi perro le ha picado una medusa. Las picaduras de medusas son frecuentes en perros y debemos tener mucho cuidado con ellas.

A mi perro le ha picado una medusa. Siguiendo con los artículos y vídeos que estamos realizando sobre temas relacionados con las vacaciones, hoy vamos a tratar el de la picadura de medusas en nuestros perros.

Hace ya unos años en los que vienen apareciendo cada vez con más frecuencia invasiones de medusas en nuestras costas. Cuando se avista un gran número ya se avisa a los bañistas del riesgo que supone meterse en el agua. Pues ese mismo riesgo es el que corren nuestros perros.

Mucha gente piensa que nuestros perros son inmunes a la picadura de medusa pues tienen la piel recubierta de pelo más o menos espeso. Ciertamente, las zonas donde hay abundante pelo están más protegidas, pero nuestros perros tienen otras zonas que sí son muy sensibles tales como el hocico, la trufa, la cara interna de los oídos, la zona abdominal e inguinal, la cavidad bucal y labios.

Además no debemos olvidar que pueden quedar restos de tentáculos en algunas zonas del perro protegidas por pelo y que después el perro pueda tocarlos con la boca o, incluso, que seamos nosotros los que los toquemos sin darnos cuenta.

Los perros pueden sufrir picadura de medusas al nadar en el mar pero también, debido a su carácter curioso, de las que están en la arena. En unas ocasiones apreciamos que al perro le ha picado pues lo vemos, pero en otras lo que podemos notar son sus efectos.

Cuando un perro sufre la picadura de una medusa de las más habituales, puede manifestar dolor y picor en la zona afectada, enrojecimiento e inflamación, aparición de pápulas y después, como consecuencia de la picadura y del rascado del perro, puede aparecer una infección secundaria.

Hay que recordar que existen medusas cuya picadura es más peligrosa y que pueden llevar, incluso, a la muerte de nuestro perro debido a una anafilaxia.

Cuando sospechemos o tengamos la evidencia de que a nuestro perro le ha picado una medusa debemos actuar de la siguiente manera: En primer lugar hay que evitar que se toque y rasque la zona afectada y tranquilizarlo un poco. Cuanto menos se mueva el perro menos se extenderá el veneno.

Para calmar el dolor podemos aplicar hielo en una toalla o paño para anestesiar un poco la zona.

Debemos retirar los restos de medusa (SIEMPRE CON GUANTES) y después debemos raspar con un objeto tal como un documento de identidad o una tarjeta de crédito mientras aplicamos abundante agua de mar en la zona (NUNCA AGUA DULCE). No hay que frotar tampoco la zona pues tanto el agua dulce como el frotado favorecen la descarga de veneno de las células urticantes que aún queden intactas en la piel.

Tras esto podemos aplicar vinagre, que inactiva la descarga de veneno y luego aplicar en la zona afectada una pomada analgésica con corticoides o antihistamínicos. Esta pomada deberá recetarla un veterinario.

Una vez realizados estos primeros auxilios debemos acudir a nuestro veterinario para que realice una exploración al perro y realice los tratamientos que considere oportunos.

Recordad que hay que disfrutar con nuestros queridos compañeros en la playa pero debemos tomar precauciones tal y como hacemos con nosotros.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

 

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