Viajar con mi gato.

Viajar con mi gato.

Viajar con mi gato.

Viajar con mi gato. Los viajes con nuestros adorables mininos pueden ser una pesadilla, para ellos y para nosotros, si no tomamos las medidas adecuadas.

Viajar con mi gato. Hace bastante tiempo le dediqué un artículo a este tema pero creo que es un buen momento para que lo recordemos ya que empieza un periodo en el que muchos de vosotros os trasladaréis con vuestros queridos gatos a una residencia de verano ( apartamento en la playa, chalet, casa de campo, etc.).

Al igual que ya hicimos en el artículo anterior en relación a los viajes con perros, quiero daros una serie de recomendaciones para el caso específico de los viajes con gatos.

En primer lugar puede ser que por diversos motivos no podamos llevar a nuestros queridos gatos con nosotros y debamos dejarlos al cuidado de algún familiar o en una residencia en la que acepten gatos. Si este es el caso, debemos cerciorarnos de que tenga sus vacunas en regla, algo que suelen exigir dichas residencias, y utilizar algún tratamiento antiparasitario externo para prevenir infestaciones por ectoparásitos.

Si nuestro gato padece alguna enfermedad y está en tratamiento, tanto dietético como medicamentoso, debemos cerciorarnos de que sus cuidadores estén al tanto de ello para evitar complicaciones médicas durante nuestra ausencia.

Si no hay impedimentos para que nuestro gato pueda acompañarnos en nuestras vacaciones, debemos estar al tanto de lo siguiente:

-En primer lugar habrá que pelearse para que nuestro gato quiera meterse en el transportín, artilugio de tortura que solemos utilizar para llevar a nuestro gato al veterinario y para realizar viajes. Nuestro gato asocia el transportín a esos malos momentos y, obviamente, se niega en rotundo, llegando a emplear la violencia, a introducirse en tal habitáculo.

Desde que son pequeñitos debemos acostumbrar a nuestros gatos a que entren en el transportín y lo consideren como un lugar agradable y de refugio. Se debe tener abierto, a su alcance, con objetos suyos, para que el gato entre y salga cuando le apetezca y se encuentre a gusto. De esta forma no habrá que luchar para meterlo dentro. Podemos ayudar utilizando las feromonas faciales que existen en el mercado y que son como las que aplica el gato al restregar la cara por las zonas en las que se encuentra cómodo.

Si nuestro gato se estresa en los viajes, algo que se manifiesta con vocalizaciones contínuas, nerviosismo, babeo, etc. debemos intentar controlarlo con el uso de estas mismas feromonas que hemos comentado o con medicamentos tranquilizantes ( siempre bajo supervisión veterinaria). En el caso de los gatos asmáticos estas atenciones se deben aumentar ya que en situaciones de estrés pueden desencadenarse ataques agudos de asma que, en ocasiones, requieren tratamiento urgente.

El transportín debe ir situado en la parte trasera del vehículo, normalmente en el suelo, entre los sillones delantero y trasero, de forma que está más sujeto para impedir desplazamientos con el movimiento del vehículo.

Tal y como comentábamos en el caso de los perros NUNCA debemos dejarlos encerrados en el coche, y menos expuestos al sol, mientras salimos, por ejemplo, a comer. El coche puede convertirse en un auténtico horno y puede dar lugar a que nuestro gato sufra el temido «golpe de calor» que pone en peligro su vida.

Los gatos son animales muy sensibles a los cambios por lo que el mudarnos a una residencia de verano les ocasiona con frecuencia un estado de ansiedad que también podemos ayudar a controlar llevando sus utensilios ( comedero, arenero, bebedero, cama, rascador, etc.) y con el uso de las feromonas que ya hemos comentado, pero, en este caso, usándolas con un difusor ( es como un ambientador de los de enchufe pero que libera estas feromonas por la casa haciendo que el gato la reconozca como un sitio agradable para él).

Recordad que el estrés es uno de los factores desencadenantes de la aparición de brotes de cistitis idiopática crónica en los gatos y por ello hay que tenerlo en cuenta cuando sometemos a nuestrosa gatos  a situaciones estresantes como son los viajes o llevarlos a una residencia.

También debemos tener cuidado con la vivienda. Hay gatos que viven en piso y si vamos a una casa con jardín, por ejemplo, debemos asegurarnos que no hay posibilidad de que se pueda escapar.

Debemos tener en cuenta que si el gato va a tener más contacto con el exterior sería importante tener bajo control a los parásitos (externos e internos), sobre todo si otros gatos tienen acceso al recinto donde habita el nuestro. En estos casos también hay que vigilar para evitar que puedan surgir peleas territoriales. Si nuestro gato no está esterilizado hay que tener también presente que si es macho puede escaparse si hay alguna hembra en celo, puede tener peleas y puede adquirir graves enfermedades por esos motivos. En el caso de las hembras puede haber embarazos no deseados y también pueden adquirir graves enfermedades.

-Por último, al igual que ya hemos comentado en el caso de los perros, si nuestro gato es de piel clara o tiene zonas con poco pelo o despigmentadas, debemos utilizar protectores solares en esas zonas, los hay específicamente formulados para ellos, e intentar evitar la exposición a los rayos solares en las horas centrales del día.

Como siempre, queremos aprovechar para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) tenéis a disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas y donde podemos solucionar vuestras dudas sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

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